La prednisona, un esteroide oral común, se administra con frecuencia como parte de varios protocolos de tratamiento como puede ser el linfoma o mastocitomas. La prednisona se usa a menudo como un medicamento a largo plazo para muchos de nuestros pacientes, y la dosis no se debe alterar ni interrumpir sin el consentimiento de nuestro equipo. Pueden detectarse algunos de los efectos secundarios que incluyen: incremento de la sed, aumento en la frecuencia de la micción, incremento del apetito, jadeo,  cambios de comportamiento, o aumento de peso. Si estos efectos secundarios son difíciles de tolerar se puede valorar el modificar la dosis.